Dirigida por Dwight Little como adaptación de la famosa saga de videojuegos homónima, la película Tekken del año 2009 es a menudo es mencionada como el ejemplo perfecto de queridos juegos que fueron traducidos al lenguaje cinematográfico con gran ilusión pero acabaron siendo siendo un auténtico desastre. La saga Tekken de Namco ya cuenta con 10 entregas y planes para el lanzamiento de una undécima, Tekken 8, y es una de las series de videojuegos de lucha más queridos y populares desde su primer lanzamiento en 1994, pero su película no tuvo la misma acogida.
Pese a que Tekken ya había sido objeto de una adaptación anterior como una película anime de dos partes estrenada en 1998, la cinta de 2009 se trataba de la primera vez que la saga de videojuegos se convertía en el centro de una película de acción real. Las expectativas, por tanto, estaban altas, pero la producción de la película tuvo problemas desde el principio y al final llevarla a cabo acabó siendo más complejo de lo que esperaban en un primer momento.
De hecho, la primera vez que Namco anunció la película corría el año 2002 y, aunque la intención inicial tras la adquisición de los derechos por 60 millones de dólares era que pudiera estrenarse en el año 2005, finalmente el proyecto se quedó en el tintero y no resucitó hasta 2007, cuando se encontró un nuevo director que se hiciera cargo de proyecto.
Dwight Little, que ya tenía experiencia en películas de artes marciales, estaba familiarizado con Tekken porque a sus hijos les gustaba el videojuego de lucha, así que aceptó el reto de ponerse tras las cámaras pese a no conocer demasiado la historia. Para crear la trama de la película, el director y el guionista Alan B. McElroy prefirieron apostar por los personajes mas realistas y el clan familiar que funciona como eje de la saga: los Mishima. Así, los personajes protagonistas de la historia terminaron siendo nombres que los fans de Tekken conocen muy bien: Jin Kazama, Heihachi Mishima, Kazuya Mishima y Christie Monteiro como personaje femenino principal.
El resultado fue una película de acción ambientada en un futuro cercano, concretamente el año 2039, en un mundo que ha sido devastado por las guerras y en el que lo poco que ha quedado en pie está controlado por grandes corporaciones que aterrorizan a la población. Una de ellas es Mishima Zaibatsu, dirigida por el sanguinario Heihachi Mishima, organizador de un popular torneo de lucha: el Iron First Tournament. Dispuesto a vengar la muerte de su madre, el joven Jin Kazama participa en el torneo con el objetivo de ganarlo y así llegar hasta Kazama, responsable de la pérdida.
Finalmente la película se rodó entre 2008 y 2009 con 30 millones de presupuesto, pero el resultado fue un desastre que ni siquiera logró llegar a las salas de cine de todo el mundo, tal y como estaba previsto. Tekken fue estrenada en Japón, Singapur y Filipinas, pero su recepción fue pésima y registró unas cifras irrisorias en taquilla. Como resultado, Estados Unidos rechazó distribuirla en pantalla grande y lo mismo pasó en otros países, siendo lanzada finalmente en direct-to-video y entre muy mala publicidad.
Actualmente, la película es una de las peores adaptaciones de videojuegos jamás realizadas: tiene una puntuación de 0 en Rotten Tomatoes y las críticas, tanto de público como de la prensa especializada, son demoledoras: "Una abominación", "Un desastre" o "Sería un dolor de cabeza si no fuera tan aburrida", son solo algunos de los comentarios que se le dedicaron a la cinta. Asimismo, Tekken apenas recaudó poco más de un millón de dólares.
Tras el fracaso, otras adaptaciones de Tekken se han llevado a cabo, aunque ninguna con tan mala fama como la de 2009.
