Las películas más esperadas de este fin de semana han sido dos que no podrían tener un tono más diferente entre sí, sin que eso impida que ambas reflexionen sobre la religión y nuestra relación con Dios. Hablamos de La llamada, el musical que tras su paso por las tablas pretende llevar toda su alegría y música deliciosamente hortera al escenario, y madre!, que viene dirigida por el siempre estimulante Darren Aronofsky, responsable de películas inolvidables como Réquiem por un sueño o Cisne negro.
Su nueva película viene precedida por unas críticas muy dispares que la califican sin empacho como “la película más polémica desde La Naranja Mecánica”, y promete esas cantidades de sufrimiento y terror psicológico al que el estadounidense nos tiene acostumbrados, además de un componente críptico más acentuado de lo normal. Si ya has ido a ver madre! y te has quedado con cara de póker, en SensaCine te proponemos una guía para entender lo nuevo de Aronofsky en siete cómodos pasos. Que puedes ver al completo en el vídeo de arriba, o leer nuestro especial.
1. La carrera del director
Como sucede con multitud de autores, es imprescindible echarle un vistazo a la trayectoria de Aronofsky de cara a asimilar su última propuesta, sobre todo cuando se trata de un film tan complejo como madre!. Haciendo esto, nos encontramos con un director que siempre ha querido retratar las obsesiones a través de personajes por lo general solitarios, así como los obstáculos que éstos han de sortear para lograr su objetivo, muchas veces personificados por ellos mismos y por los que creen erróneamente sus benefactores.
El consumo de drogas que impide a los protagonistas cumplir sus sueños; la ambición de Nina por triunfar en el ballet mientras va perdiendo todo asomo de cordura; o la insistencia de Noé por cumplir los designios de su dios, ilustran estas constantes. Y en madre!, Jennifer Lawrence toma el relevo, encarnando a una mujer que quiere ansiosamente quedarse tranquila en casa junto a su ambicioso marido, a quien ama de manera insensata. A partir de aquí todo sencillo, pero la cosa en seguida se complica.