Tras conseguir que la ciencia ficción más compleja y ambiciosa se colara entre las nominadas al Oscar a Mejor Película con La llegada, el canadiense Denis Villeneuve no ha dado el paso menos lógico, pero sí más difícil, al aceptar encargarse de la secuela de Blade Runner. Es decir, la continuación de uno de los clásicos de la ciencia ficción más respetados y recordados de la historia del film, dirigido por Ridley Scott y con Harrison Ford prestándole rasgos al mítico Rick Deckard.
Blade Runner 2049 llega a nuestras pantallas treinta y cinco años después de que lo hiciera el film original, y en ella vuelve a aparecer tanto Harrison Ford para retomar su papel, como Hampton Fancher en labores de guión. Sin embargo, esta vez no cuenta con una novela de Philip K. Dick para inspirarse, así como tiene difícil hacer justicia al legado de la obra de Scott.
¿Cómo ha llegado Blade Runner a convertirse en un estandarte de la ciencia ficción? ¿Por qué sus diálogos, su iconografía, su música, han permanecido inmóviles en nuestro recuerdo? ¿Tendrá alguna posibilidad Denis Villeneuve? Para comprenderlo puedes echarle un vistazo al vídeo de arriba, o ir conociendo las claves de un fenómeno que comenzó en 1982 y no, desde entonces no se ha desvanecido como lágrimas en la lluvia.
1. La novela de Philip K. Dick
Este autor norteamericano ha visto sus obras adaptadas al cine en un número bastante sorprendente de ocasiones -salvo si te llamas Stephen King, claro-, si bien no siempre el resultado le ha hecho justicia, o ha parecido entender mínimamente sus ideas. Dick valoraba la ciencia ficción como un método para entendernos mejor a nosotros mismos, y el hecho de que el género siempre debiera ocuparse de esta tarea no siempre ha conseguido que su legado se haya transmitido adecuadamente.
Blade Runner, aunque parezca mentira, es un ejemplo de esto, empezando por el mismo título. Éste, utilizado para designar a los agentes encargados de dar caza a los androides fugitivos, no existe en la novela, sino que fue una afortunada idea de Hampton Fancher. También es invención suya el término "replicantes" -los androides de Dick son sólo eso, androides- y el hecho de que la historia suceda en 2019, ya que la aventura de Deckard estaba fechada en 1992..
La película de Ridley Scott ni siquiera respeta los temas de Dick, convirtiéndose por ello en una adaptación bastante defectuosa, al no incluir las reflexiones del autor sobre la religión, ni el importante papel de los animales. En el universo literario, el hecho de que sus habitantes tengan mascotas en un síntoma de gran riqueza, al estar la mayor parte de le los animales extinguidos, y una de las grandes tribulaciones de Rick Deckard es tener en casa una oveja eléctrica en lugar de una orgánica... y de ahí el título.
¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?, publicada en 1968, fue, por lo tanto, la inspiración de Blade Runner, pero eso no significa que sea un producto complementario. Y así, al margen de la existencia en ambas del Test de Voight-Kampf -método de detectar androides basado en la máquina que inventó Alan Turing para captar mensajes nazis, como pudimos ver en Desifrando Enigma-, es bien poco lo que fue trasladado de las páginas al celuloide... lo que no impidió que la película resultante se convirtiera en un clásico.