Varias películas han sido calificadas como las peores de la historia a lo largo de los años, siendo éste un calificativo, por tanto, no demasiado fiable. Troll 2 o Plan 9 del espacio exterior han aparecido varias veces en estas recopilaciones pese a que la primera tenga un claro cariz humorístico y la segunda haya motivado una película como Ed Wood, toda una carta de amor a su director. Sin embargo, The Room, estrenada hace más de diez años, parece ser la peor mejor película definitiva. E incluso también ha contado con un film posterior reverenciando su monumento al fracaso y la ridiculez.
The Disaster Artist, dirigida y protagonizada por James Franco, se estrena el próximo 29 de diciembre, y se presenta como un homenaje a una película que ni pretendía ser mala, ni adoleció de falta de medios hasta las últimas consecuencias. The Room es una catástrofe absoluta e irrepetible, como atestigua el culto que ha ido generando, y con motivo del estreno del film que nos recordará por qué, pese a todo, nos ha fascinado todo este tiempo, en SensaCine vamos a darte 7 claves para comprender el fenómeno, e ir a ver The Disaster Artist con la suficiente documentación como para no tener que experimentar los inenarrables 99 minutos de la película de Tommy Wiseau. Quizá nos lo agradezcas.
Dos amigos
The Room nació, como tantas otras cosas, producto de una amistad. Una buena amistad. Greg Sestero era un joven aspirante actor con dificultades para expresarse que un buen día conoció a Tommy, alguien que de inmediato se ganó su respeto y admiración. Tenía un aspecto bastante inquietante, pero daba todo lo que tenía en el escenario sin ningún miedo al ridículo, y eso era justo lo que Greg quería ser. Conectaron de inmediato, de hecho empezaron a vivir juntos, y no tardaron en alumbrar deseos de hacer su propia película, sin que nadie pudiera impedírselo o criticarlo.
The Room, originalmente, era una obra de teatro que Tommy convirtió en una novela de 500 páginas, y ante la imposibilidad de publicarla decidió convertirla en una película. Sus referentes e ídolos eran de altura: nada menos que A pleno sol -más conocida por su remake, El talento de Mr. Ripley-, las obras de Tennessee Williams, y las películas de James Dean, cuyos métodos interpretativos supusieron la mayor inspiración de todas. El germen del argumento de The Room es menos conocido, aunque Greg posteriormente aseguró que procedía de la vida del propio Tommy, quien años antes había sufrido un desengaño amoroso a manos de su novia justo cuando iba a casarse con ella...