El fenómeno del 'streaming' ha estado en auge durante años y ha conseguido cambiar por completo la forma en que consumimos televisión, pero la realidad es que los últimos tiempos no están siendo los mejores pese a la proliferación de nuevas plataformas de forma constante, muchas, eso sí, cimentada sobre nuevos modelos de negocio y financiación que comienzan a marcar un nuevo camino. Un nuevo escenario que nos ha traído de vuelta a una vieja conocida: la publicidad.
Si en 2021 la protagonista fue la primera crisis de Netflix en su década de existencia y sus primeras medidas para acabar con el bache, en 2022 hemos atestiguado cómo la plataforma de 'streaming' seguía perdiendo (aunque menos de lo estimado), cómo HBO Max se cargaba un montón de contenido tras la fusión con Warner Bros. y, lo más reciente, cómo Lionsgate+ -antes StarzPlay- cerraba sus puertas en España y otros países apenas unas semanas después de haberse reinventado.
Atento al email de Netflix que recibirás hoy: llega el plan con anuncios, pero tiene desventajas con las que no contábamos¿Qué pasa con Disney+? La plataforma de 'streaming' de Disney está a punto de cumplir su tercer aniversario de vida desde que vio la luz por primera vez en EE UU el 12 de noviembre de 2022 y de sus datos pueden hacerse muchas lecturas. Buenas y malas.
Empezando por la buena, en el último informe trimestral compartido por la compañía este martes se recoge un importante aumento en su número de suscriptores desde julio a septiembre, con una ganancia de 12,1 millones de cuentas más. Así, según los datos que publica Variety, tres meses después de haber cerrado el trimestre anterior con 152,1 millones, los suscriptores de Disney+ alcanzaban un total de 164,2 millones a fecha 1 de octubre de 2022.
El crecimiento de la plataforma de 'streaming' en 12,1 millones de cuentas supone un crecimiento del 39% respecto a hace un año y supera las previsiones de los analistas, pero también es notable si lo comparamos con el crecimiento de su principal competidora en su último trimestre: Netflix anunciaba hace tres semanas un crecimiento de suscriptores en 2,4 millones, lo que suponía una gran noticia porque rompía la racha negativa pero que supone casi 10 millones menos de lo que crece Disney+.
En general, el espectro de servicios directos al consumidor de Disney -esto es Disney+, Disney+ Hotstar, Hulu y ESPN+-, ha superado los 235 millones de suscriptores globales, frente a los 221,1 del trimestre anterior y de los 223,1 millones de Netflix y los 95 millones de Warner Bros. Discovery -esto es HBO, HBO Max y Discovery+- en el mismo trimestre.
¿Cuál es la mala noticia entonces? Pues que a nivel de millones de dólares no se manejan las ganancias deseadas. El informe de beneficios señala una pérdida de 1.470 millones de dólares en su apartado de 'streaming', más del doble que la del mismo trimestre de 2021.
No obstante, desde la compañía no se refleja preocupación.
Según Disney , parte del aumento de las pérdidas la tiene la falta de contenido de transmisión "premium" -recordemos que varias grandes estrenos el año pasado como Viuda negra se estrenaron en la plataforma con coste adicional- y el CEO Bob Chapek ha compartido su esperanza de que las pérdidas están a punto de alcanzar su punto más bajo en el trimestre actual.
Así, la solución a los problemas de Disney, si es que pueden considerarse problemas, está en el nuevo año 2023: una vez el pico de pérdidas sea alcanzado, las estimaciones es que en 2023 vayan disminuyendo poco a poco y se consiga la rentabilidad en 2024. Algo a lo que contribuye el crecimiento de suscripciones, que alivia los temores de que la inflación y la cada vez más variada competencia se convirtiera en un problema.
Asimismo, Disney+ lanzará su plan con publicidad durante el trimestre actual, concretamente el 8 de diciembre en Estados Unidos y a lo largo de 2023 en el resto de territorios. Un modelo que esperan que les proporcione importantes ingresos.
Por último, en el horizonte asoma la joya de la corona de Disney+: The Mandalorian, con una tercera temporada que llegará en febrero de 2023, que lidera los estrenos más esperados del año y que promete ser, como sus predecesoras, un auténtico bombazo.
