Will Sawyer, antiguo líder del Equipo de Rescate de Rehenes del FBI y veterano de guerra del ejército de Estados Unidos, ahora se encarga de evaluar la seguridad de los rascacielos. Durante un viaje de trabajo en China, se ve incriminado en el incendio del edificio más alto y seguro del mundo. Perseguido y a la fuga, Will deberá encontrar a los que le han tendido la trampa, limpiar su nombre y rescatar a su familia, atrapada en el interior del rascacielos… sin sucumbir a las llamas.
Blockbuster típico de The Rock donde el carisma de este es el único asidero en una obra llena de clichés y con déficit de originalidad.
Los guionistas no se han matado mucho la cabeza, y han ofrecido salidas muy fáciles; como en la escena final; vale que se pensaba que estaba delante suya por la tecnología esta del reflejo, ¿pero la voz también?¿No oye como hay un tio de dos metros detras suya?
O más cosas; dejan la seguridad del edificio en manos de una tablet, que luego le roban pero espera, porque The Rock es muy inteligente, no solo músculo, y lo tenía escondido en otro lado, pero luego su compañero resulta ser malo, algo que podíamos intuir por la mirada malvada que le suelta al principio después de abrazarse.
Mucha influencia de 'Die Hard' y de 'El coloso en llamas', pero sin llegar al nivel de estas ni de lejisimos.
Se pasa de espectacular para intentar tapar las carencias que tiene en dirección y narrativa.
Sin más, una película más del género The Rock, donde las limitaciones del cuerpo humano se las pasan por el forro, y donde él deberá salvar a su familia y enfrentarse a los malos poniendo su vida en peligro para luego tener ese bonito final acompañado de un chiste que rompa definitivamente con la tensión.