"La gran apuesta" es una de las películas del año ya que parte como favorita para los próximos Premios Oscar con cinco nominaciones (mejor película, guion adaptado, director, mejor montaje y mejor actor secundario para Christian Bale). Está basada en la exitosa novela de igual título de Michael Lewis, publicada en 2010, y está producida por Brad Pitt que se ha reservado un papel al igual que ya hiciera en 12 años de esclavitud, otra cinta que produjo y ganó el Oscar en 2013.
La trama sigue a varias personas que si detectaron la burbuja inmobiliaria que se produjo en 2008. [...]
Desgraciadamente el final de la historia lo conocemos todos pues lo hemos sufrido en nuestras carnes, la burbuja inmobiliaria estalló, la economía mundial se colapsó, muchas personas perdieron su trabajo, su casa y terminaron arruinadas. Eso en Estados Unidos, pues en países como el nuestro todavía estamos sufriendo las consecuencias. La película también se ocupa de cuestiones morales, los bancos se aprovecharon del sueño de muchos trabajadores de tener una casa propia y dieron prestamos sin control, sabiendo que el Gobierno no dejaría que se hundieran y los rescataría a costa del contribuyente, como terminó pasando. Por su parte, nuestros protagonistas son conscientes de lo que supondrá la crisis para el ciudadano medio y, aunque ellos se aprovechan de la avaricia de los bancos, no dejan de ser unos hipócritas al beneficiarse de lo que están criticando, aunque en el tramo final les veremos sufrir una catarsis personal y una ligera redención moral.
El mérito del director Adam McKay ha sido que los que no tenemos ni idea de finanzas, no perdamos el hilo de lo que está pasando en pantalla con toda esa jerga financiera y las complejas prácticas económicas, si me enteré yo que la vi en VOS, puede entenderlo cualquiera. Para ello se vale de varias tretas como que Ryan Gosling mire directamente a cámara para explicarnos que está pasando (la historia está contada por él), al igual que otros personajes para recordarnos que lo que estamos viendo es una recreación y no sucedió exactamente así, o que el por el contrario sucedió exactamente como lo estamos viendo. Aunque la mejor parte es cuando utiliza otros recursos como el clásico juego Jenga o personajes famosos como la cantante Selena Gomez, el televisivo chef Anthony Boourdain, el economista Richard Thaler o a Margot Robbie en una bañera llena de espuma, bebiendo champán mientras explica algo sobre títulos hipotecarios, una escena muy gratuita pero también muy divertida y didáctica, para los que realmente escuchen lo que Margot está diciendo.
La película tiene muchos momentos cómicos, ingeniosos y divertidos con diálogos agudos y mordaces que dejan al descubierto lo corrupto del sistema. Destacar el estilo deliberadamente falso, rallando en lo ridículo de vestimentas y pelucas, supongo que para hacer hincapié en el fraude que es el sistema en sí. Muy buena la ambientación, el montaje resulta descarado y hace que el ritmo de la narración sea muy rápido a pesar de lo denso del tema tratado, a lo que también ayuda la banda sonora intensa y feroz con temas de Metallica, Led Zeppelin, Dylan o Neil Young. Realmente tiene muchas semejanzas con El lobo de Wall Street, es cierto, pero resulta lo suficientemente atrevida para tener entidad propia.
En cuanto a los actores que decir de Christian Bale, Steve Carell, Ryan Gosling y Brad Pitt que no se haya dicho ya, los cuatro derrochan talento a pesar de que sus personajes no tienen mucho recorrido, exceptuando Bale y Carell que si sabemos algo más de sus vidas, en el fondo son un mero vehículo y están al servicio de la historia. Es más que probable que Christian Bale gane su segundo Oscar, Steve Carell no está nominado pero también lo merece, en cuanto a Ryan Gosling y Brad Pitt esta vez no salen excesivamente guapos por lo que su trabajo luce más y mejor. Alrededor de ellos un grupo de secundarios de primera fila como las “oscarizadas” Marisa Tomei y Melissa Leo y otros actores más o menos conocidos como Karen Gillan (Doctor Who) o Max Greenfield (New girl).
Una película inteligente, contada con ingenio y claridad que despertará vuestra indignación y os costará quitaros de la cabeza. Además nos permite disfrutar de un grupo de actores a los que les sobra talento.