"Bates Motel" nos hace un retrato íntimo de cómo se desarrolla la psique de Norman Bates durante sus años de adolescencia. Antes de meterme a comentar más a fondo esta serie, decir que se trata de una serie, que no hay que tomársela muy en serio en el sentido que no goza de una excesivo rigor en lo argumental, aunque sí en los hondos vínculos que se establecen entre los protagonistas, sobre todo sus principales. La arbitrariedad de algunos hechos que se van sucediendo resta credibilidad al conjunto quedando todo casi supeditado a ese enfermizo vínculo que establece Norman con su madre. Eso sí, una relación que te tendrá atrapado las cinco temporadas de la serie.
La serie arranca de modo enigmático, Norman (Freddie Highmore) tras despertarse en su habitación encuentra tirado en el suelo de la despensa a su padrastro ensangrentado, oficialmente ha muerto de un accidente casero, su madre, Norma (Vera Farmiga), decide trasladarse de Arizona y con el dinero del seguro de muerte del marido compra un motel y la mansión que hay junto a ella en una ejecución hipotecaria, en una villa costera de Oregón, para comenzar con su querido hijo una nueva vida, cosa que ya han intentado cinco veces en pocos años, el lugar se llama Seafairer pero le cambian el nombre a Bates Motel. Norma es una madre de mediana edad ultraprotectora y manipuladora que sobrecuida a su vástago Norman, este es un muchacho inteligente, tímido, apocado, introvertido y con una clara dependencia de su madre. Durante el episodio nos enteramos por una llamada telefónica que Norma tiene otro hijo, Dylan Masset (Max Thieriot), un joven rebelde, con el cual no mantiene muy buena relación. Norman comienza a ir al instituto local donde comienza a hacer una vida social, allí queda prendado de una bella chica, Bradley Martin (Nicola Peltz). A su vez otra chica, Emma Decody (Olivia Cooke), queda magnetizada por la hierática personalidad de Norman, la joven tiene fibrosis quística que le hace llevar en todo momento una botella de oxígeno. La profesora de literatura Watson (Keegan Connor Tracy) siente que Norman es especial. El motel tiene un pasado oscuro en su anterior dueño, este hecho marcará el final del primer episodio, uniendo aún más los destinos de Norman y Norma.
Aquí residiría pues el gran hándicap y la gran virtud de esta serie. Sus tramas secundarias resulta poco o nada relevantes, amén de algunos personajes secundarios que parecen estar de relleno. Su trama principal, sin embargo, es adictiva, compleja y apasionante. Una serie que se convierte así en un homenaje no confeso a Psicosis y a los supuestos inicios del personaje de Norman Bates, siendo éste adolescente, pero desde una libertad que puede molestar al mayor de los puristas de la película de Hitchcock. También es una serie sobre personajes resquebrajados desde su más tierna infancia y que hacen del vínculo familiar una necesidad vital. Y aquí reside para mí el gran poder de la serie: su trasfondo humano es conmovedor. Y no sólo en Norman y Norma sino en el resto de personajes claves como el hermano, Emma o incluso el sheriff Romero.
La actuaciones son sublimes, tanto Freddie Highmore, como Vera Farmiga, son dignos de los más altos y prestigiosos galardones que pueda dar el cine. Él mostrando una inquietante e insidiosa doble cara, teniendo una sorprendente evolución que no hará más que aplaudir la gran labor del actor, y ella en uno de los roles femeninos más complejos y mejor escritos que he tenido la oportunidad. La amas a la vez que la odias. Resulta irritable a la vez que dulce y cándida. Un personaje que se mueve en los extremos con elogiable soltura y que sería un excelente ejemplo de estudio en las escuelas de interpretación y, por qué no decirlo también, en el ámbito psicológico. Al igual que Norman. Por ellos dos, vale la pena hacer este viaje. El resto del reparto están bastante correctos, pero quedan eclipsados por las interpretaciones de ambos.
En definitiva, "Bates Motel" no ha sido sólo un agradable y entretenido escapismo, unas grandes interpretaciones o una adictiva y excelentemente intriga psicológica, sino una serie magnífica, de poderosísimo e inolvidable trasfondo humano. Es una historia de gran y profundo trasfondo psicológico, una relación viciada que dejará poso hasta en el espectador más exigente pero sobre todo, después de este último capítulo, prepárense para emocionarse y congraciarse con esas almas atormentadas cuyo único pecado ha sido no encontrar el amor buscado.