El restaurante de Córdoba que sigue abierto tras 'Pesadilla en la Cocina': nuevo propietario, pero con las mejoras de Chicote
    María Garzón
    María Garzón
    -Redactora
    Apasionada de un buen drama y adicta a cualquier comedia romántica, considera que las series y películas no tienen fecha de caducidad. Adicta a la televisión.

    Como es habitual, el equipo del programa de laSexta realizó una remodelación

    Atresmedia

    No todos los restaurantes que pasan por Pesadilla en la cocina acaban cerrando. Según las estadísticas, seis de cada diez negocios que pidió ayuda a Alberto Chicote no han sobrevivido tras su aparición en el exitoso programa de laSexta. El último ejemplo que expusimos en SensaCine fue el de Reina Mariana (Il Nuovo Piero), pero no todos corren la misma mala suerte. El Rosal es uno de estos afortunados que siguen recibiendo a clientes en su local, aunque no con los mismos propietarios.

    Este restaurante de Córdoba vivió la misma situación con A Cañada, el asturiano de Madrid que perteneció al 'rey del cachopo'. Meses después de aparecer en el exitoso formato de cocina, sus propietarios decidieron traspasar el negocio. ¿La razón? No consiguieron solventar las pérdidas a pesar de la ayuda de Chicote, algo que suele ser habitual en los locales que visita el cocinero.

    Atresmedia

    Durante la sexta temporada, Chicote se enfrentó a uno de sus mayores retos. Con un lema en el que predominaba la cantidad a la calidad, algo en lo que estaban equivocados, el conocido cocinero tuvo que lidiar con los problemas familiares de los propietarios. Una familia que se encontraba en una situación económica nefasta tras quebrar su antiguo negocio y perder la casa. Vivian en la planta de arriba El Rosal, el restaurante que habían adquirido para salir adelante pero que les estaba dando más dolores de cabeza.

    Situado en la carretera CO-3405, a la altura del km 500, El Rosal estaba regentado en 2018 por Pedro y Mari Carmen con la ayuda de su hija. El matrimonio estaba apunto de divorciarse y la relación entre madre e hija, que a su vez eran cocinera y camarera, no podía ser peor. Con esta situación de telón de fondo, la organización en el trabajo no era la más optima lo que provocaba un caos que acababa con los clientes descontentos.

    Tras el habitual cambio de carta y remodelación, a la que se sumo la terapia para limar las diferencias en la familia, El Rosal abrió sus puertas a los clientes con un final bastante satisfactorio: supieron trabajar en equipo, sin malos rollos y los clientes se fueron contentos. "El Chicote ha salvado mi restaurante, pero lo más importante es que ha salvado a mi familia", pronunció Pedro. Sin embargo, la realidad fue muy diferente.

    Nueva vida para El Rosal con nuevo propietario

    Desde que Pesadilla en la cocina pasará por El Rosal, este restaurante cordobés ha tenido hasta dos dueños más. En 2019 nació el proyecto de El Rosal 2.0 y tras un año y medio volvió a cambiar de propietario al actual, Toni García, quien lleva ya más de tres años al frente del negocio. Bajo el nombre El Rosal Sierra, el nuevo dueño ha sabido adaptar las mejoras de Chicote a su modelo con un resultado bastante aceptable.

    Las críticas y reseñas del restaurante son bastante buenas para toda la carta, pero la gran mayoría destaca lo mismo: los calamares, los guisos de carne de caza, la carne a la brasa y las hamburguesas. Una de las zonas que más cautiva a los comensales es la terraza, donde se sirven comidas pero en verano también sirve como espacio 'chill out' y también acoge fiestas temáticas y actuaciones de música en directo.

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