Vuelve Pesadilla en la cocina. Tras dos años de parón, laSexta ya ha comenzado la promoción de la novena entrega del exitoso programa de Alberto Chicote. La nueva edición promete, ya que en las imágenes se puede ver una recopilación del exitoso cocinero rompiendo platos en las cocinas que ha visitado durante estos meses de rodaje. Y otra vez vuelve la misma pregunta a nuestras cabezas: ¿Conseguirán los restaurantes sobrevivir tras el paso del formato de Atresmedia?
Son muchos los restaurantes que han pasado por Pesadilla en la cocina. Unos con más suerte, como tetería de Melilla que triunfó tras la emisión del capítulo, y otros con mucha menos, como el negocio de Valencia que acabó cerrando a pesar de generar mucha expectación. Muchos propietarios han señalado que las ayudas de Chicote no sirvieron de nada, pero también hay algunos que destacan su trabajo.
El Submarino, el primer 'food truck' que visitó el programa de laSexta, es uno de esos negocios que consiguieron mayor repercusión tras salir en Pesadilla en la cocina. "El primer año me fue fatal y con en el segundo, tras Chicote, ya casi me recuperé a nivel económico", declaró Manuel Rojas, dueño del restaurante, a El Huffington Post. Todo gracias a los cambios estéticos y en la carta que realizó el cocinero.
A mí me ha ido de puta madre. Para mí fue lo que necesitaba, cuando pensé en el proyecto tenía una idea similar a la de después del programa
"Al principio me metí por lo tradicional (perritos, patatas, montaditos, etc), pero de calidad. El problema es que competía con productos a un euro. Tras su paso me dio una carta única y exclusiva, que me ha hecho famoso", reconoció el propietario. El éxito de El Submarino llegó a tal punto que muchos clientes le pedían un bocadillo, el de calamares: "Me dicen que les da 80 vueltas a los que han probado. Se ha hecho famoso hasta el punto de que la gente me viene a pedir ese bocadillo. Va todo como un cohete", declaró al citado medio.
Qué fue de El Submarino, el primer 'food truck' de 'Pesadilla en la cocina'
En la actualidad no hay ni rastro de El Submarino por redes sociales ni webs especializadas en restaurantes. ¿La razón? Todo parece indicar que cerró sus puertas, pero no por culpa de Chicote. Una operación en la cadera producida por el excesivo trabajo que tuvo durante el verano del 2018, sumado a que ya había sido operado de la otra cadera y de la rodilla, llevaron a Rojas a colgar el cartel de cerrado.
Sin embargo, Rojas intentó mantener a flote el restaurante por todos los medios. El 'food truck' estuvo anunciado en dos portales de venta de segunda mano. En uno marca el precio de 48.000 euros y oferta la posibilidad de ser socio de este al 50%; mientras que en el segundo portal consultado muestra un precio de 43.000 euros. Lo que ofrecía ir al "50%, sin que ponga un duro", como reconoció en el citado medio. "Nos dividimos los gastos y ganancias la mitad", sentenció. Pero no consiguió socio y acabó cerrando.
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