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    Solo unos pocos afortunados la han visto: una terrorífica película de fantasía con presupuesto mínimo y puntuación perfecta
    Alicia P. Ferreirós
    Amante de las series y gran aficionada al terror, la ciencia ficción, la crónica negra y el ‘true crime’.

    Costó dos duros, pero el resultado de esta historia sobre un sanguinario guerrero medieval cautivó por completo a la crítica

    Brayne Studios

    El cine de fantasía suele ser un género que requiere del despliegue de grandes medios y notables presupuestos para brindar algo que merezca la pena, pero el joven director de cine Jordan Downey realizó una película en 2018 por solo 30.000 dólares y que apenas unos poco afortunados han visto, pero que en su día fue objeto de grandes elogios por parte de la crítica. Algunos incluso la elevan a película de culto y, aunque el público está dividido entre los que la aman y la odian, The Head Hunter tiene una puntuación prácticamente perfecta en Rotten Tomatoes, con un 95% de críticas positivas.

    Aunque The Head Hunter no llegó a pasar por las salas de cine película vio la la luz por primera vez en España, puesto que fue proyectada en la sección Panorama Fantàstic del Festival de Cine de Sitges de aquel año. Tras aquella primera proyección en la que ya fue objeto de elogios, comenzaría su recorrido por otros festivales en los que siguió ganando reconocimiento y buenas críticas, pero su recorrido por las salas de cine comerciales fue extremadamente limitado y rápidamente fue distribuida en opciones de 'Video On Demand'. Actualmente no hay ninguna plataforma de 'streaming' en la que podamos verla en nuestro país.

    Ambientada en los Años Oscuros, la película gira en torno a un sanguinario guerrero medieval interpretado por el actor noruego Christopher Rygh que, tras experimentar la trágica muerte de su hija, comienza a amasar una enorme colección de cabezas de monstruos que clava en las paredes de su cabaña. Apodado únicamente como "El Padre", el protagonista vive en la más absoluta soledad y su única compañía es un caballo, así que pasa sus días reparando su armadura, visitando la tumba de su hija y usando la sangre y los órganos de sus víctimas para crear una poción capaz de curar heridas. Cuando funcione, su ya de por sí oscura obsesión se tornará verdaderamente peligrosa.

    Aunque descarnada, violenta y terrorífica, la película gira principalmente en torno a la pérdida, el duelo y el dolor, siendo la atmósfera conseguida por Downey y su equipo, así como su fotografía algunos de los elementos más elogiados. "Oro de terror medieval; una de las películas de terror más geniales y locas que he visto en mucho tiempo", sentenciaba, de hecho, el sitio web Bloody Disgusting tras ver The Head Hunter.

    Rodada en Portugal con un presupuesto minúsculo, el equipo de la película supo a provechar muy bien sus recursos. Por un lado llevaban tiempo queriendo hacer algo en aquella localización y, como contaba uno de sus guionistas Kevin Stewart en entrevista con HorrorGeekLife, "después de pensar en diferentes conceptos durante casi un año, se nos ocurrió la idea de hacer una película de terror medieval". "Con un equipo de tres personas y un actor, sabíamos que en esta ubicación podríamos filmar una pieza de época por muy poco dinero y no perder valor de producción. No sólo eso, sino que la ubicación se prestaría muy bien para una película de terror".

    Una vez hubieron simplificado al máximo la producción, pensaron en los actores: "Con un presupuesto reducido, sabíamos que no podíamos involucrar a demasiados personajes. Decidimos centrarnos en este personaje solitario y su solemne vida cotidiana como cazador de monstruos del reino", explicaba Stewart. "En otras películas similares, el cazador de monstruos es llamado a la acción y luego regresa al lugar de donde vino, pero nos gustó mucho la idea de contar una historia completa sobre ese personaje y cómo es vivir en soledad, rodeado de muerte".

    Respecto al equipo, también fue simplificado al máximo, como cuenta el propio director en la misma entrevista: "No teníamos diseño de producción, ni equipo de efectos especiales, así que hicimos el resto de los monstruos, la construcción del escenario y la utilería nosotros mismos. Muchas de las cabezas de monstruos y accesorios de la película son artículos baratos de tiendas de Halloween que envejecimos, pintamos y escondimos en las sombra". A lo que Stewart añadió: "También pudimos sacar muchos artefactos antiguos y artilugios oxidados del sótano de la casa de mi abuela".

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