Un estudio analizó hace años qué pasaría si Netflix introdujese anuncios y sus conclusiones no fueron precisamente buenas

El plan barato con anuncios de Netflix ya es una realidad. Hace meses que la plataforma de 'streaming' de la gran N comunicó que tomaría medidas para encauzar la pérdida de suscriptores que experimentó en el primer trimestre de 2022 y que empeoró en el segundo y, mientras ya ha dado los primeros pasos de cara a cerrar el grifo de las cuentas compartidas, su plan de introducir una nueva modalidad de suscripción cimentada sobre la publicidad acaba de entrar en vigor.

Netflix lo ha llamado 'Plan básico con anuncios', tiene un precio de 5,49 € al mes -lo que supone una rebaja de 2,5 € respecto al precio del básico sin anuncios, que es de 7,99 €-, y quienes se acojan a él tienen garantizados 5 minutos de publicidad por cada hora de visionado. Entre las desventajas que ya se le conocen al plan está que no incluye la función de descarga y que no todos los contenidos del catálogo están disponibles.

La decisión de Netflix de incluir publicidad en uno de sus planes no ha dejado de resultar llamativa, puesto que es algo de lo que el CEO de la compañía Reed Hastings, nunca ha sido partidario. Él mismo lo confesó en el informe de aquel fatídico primer trimestre que puso la crisis de Netflix bajo todos los focos. Sin embargo, según el directivo, la introdución de anuncios a cambio de brindar un precio más bajo responde a un deseo del propio consumidor: "Aquellos que han seguido a Netflix saben que he estado en contra de la complejidad de la publicidad y que soy un gran admirador de la simplicidad de la suscripción. Pero soy más fan de la elección del consumidor".

Permitir que los consumidores a quienes les gustaría tener un precio más bajo y toleran la publicidad obtengan lo que quieren tiene mucho sentido [Reed Hastings]

Así, la elección de Netflix se ha hecho como parte de una estrategia mediante la cual, además, apuestan por un modelo de negocio que les está funcionando muy bien a otras plataformas y que cada vez está más extendida. Sin embargo, hace tres años una empresa de tecnología de marketing llamada Audience Project desarrolló en Reino Unido un estudio cuyo objetivo era dar respuesta precisamente a qué ocurriría si Netflix introdujese publicidad y el resultado no deja de ser de lo más curioso hoy por hoy, con la compañía habiendo dado ese llamativo paso.

Según el estudio realizado, si Netflix alguna vez introducía publicidad, experimentaría una caída masiva de suscriptores -como mínimo en Reino Unido, que es donde se llevó a cabo la encuesta. En concreto, "la mayoría (57 %) de los clientes del Reino Unido dejarían de ver Netflix si se introdujeran anuncios", sostenía el resultado del estudio, así como "que el 42% dejaría de ser suscriptor si el precio de la suscripción fuese más bajo pero introdujese publicidad".

De cumplirse las conclusiones del estudio tenemos que reconocer que ambos resultados serían desastrosos y supondrían una debacle para la compañía de 'streaming', pero lo cierto es que el escenario que plantea el estudio no estaba contando con la existencia de varios planes que no incluyen publicidad, sino con la introducción de anuncios en general. En la realidad que maneja ahora Netflix el 'Plan básico con anuncios' no es la única opción y los suscriptores que quieran seguir disfrutando de sus planes sin publicidad pueden seguir haciéndolo al precio que venían pagando antes de la incorporación de la suscripción más barata.

En cualquier caso, lo que sí ponen de manifiesto las conclusiones del estudio de Audience Project es que (1) la publicidad rompía, al menos en 2019, con los beneficios que la mayoría de personas le encontraban a las plataformas SVOD, y (2) que las cosas pueden cambiar por completo en poco tiempo.