Los seguidores de La promesa se van a quedar con ganas de más esta semana. Como hay dos festivos nacionales -el 6 y 8 de diciembre-, la ficción solo va a emitir tres capítulos en los siguientes días. Si no hay ninguna emisión especial, volverá a su programación habitual la semana que viene.
En estos tres episodios descubriremos poco sobre la relación entre Manuel, Jimena, Jana y Abel. Este lío de parejas va a descansar unos días para dejar protagonismo a otros temas, como por ejemplo, la marcha de Curro a Inglaterra, que traerá de cabeza a más de uno.
Una partida a Inglaterra y muchos problemas
Cruz intenta que Jimena entienda que ella es la única responsable de que su matrimonio con Manuel no haya ido bien. Abel llega para examinarla y le advierte de que necesita medicación y la visita de un especialista. Su conducta es tan errática que sugieren llamar a sus padres, los Duques de los Infantes. Catalina se convierte en el foco de ira de Jimena y, aunque parece que la medicación está haciendo efecto, pronto se descubrirá que no es así.
Valentín sigue poniendo el palacio patas arriba. Se cuela de noche en la habitación de María Fernández y, aunque no conocen sus intenciones, a Salvador no le gusta un pelo. Mauro consigue resolver todos los problemas que tenían los lacayos y las doncellas. Y menos mal porque se descubre que era una prueba diseñada por Rómulo y Pía para comprobar su valía como mayordomo. Por su parte, Rómulo se recupera satisfactoriamente.
La revelación de Petra derrumba todos los pilares de Feliciano. El muchacho desaparecerá justo en el momento en que Teresa lo espera para acompañarlo a la Guardia Civil, dejando a la doncella preocupada. Al mismo tiempo, Alonso intercede por Curro ante Lorenzo para impedir que lo mande a Inglaterra. Esto le trae de cabeza, pero tendrá que hacerse a la idea porque ha sido admitido en el College inglés. Martina reacciona con aparente indiferencia y frialdad, pero luego se descompone al pensar que se queda sin él.