Tras diez años viviendo a cada lado de un pasillo, dos de los protagonistas de Friends, Mónica y Chandler reciben a sus dos hijos en el apartamento, un piso que cambian por una casa a las afueras, por ello, los seis se reúnen para despedirse. Además, Ross y Rachel parece que vuelven juntos de forma definitiva. Pese a que es un final perfecto para una serie tan mítica, David Crane tenía otra idea, una que excluía toda la trama de Ross y Rachel reanundando su relación.
