Hace ya ocho años que nos adentramos, televisivamente, en los mundos imaginados por George R.R. Martin, que descubrimos cómo era Poniente y empezamos a conocer a los posibles candidatos a sentarse en el ansiado Trono de Hierro. Ahora, con la octava y última temporada en emisión, y después de haber descubierto que en Juego de Tronos nadie está a salvo, que quien menos te los esperas puede convertirse en tu enemigo, o que el personaje menos pensado puede pertenecer a otra casa, en SensaCine hemos querido conocer un poco más a fondo a algunos de los protagonistas que seguían con vida al final de la séptima temporada. Empezamos el reportaje Juego de Tronos en el diván, dividido en tres partes.
Para ello, hemos contado con la colaboración de tres expertos en psicología que nos han dado algunas claves de cómo han ido cambiando los ocho personajes que hemos seleccionado. En esta primera parte, David Pulido, psicólogo clínico y guionista; Irene Gil Jorge, psicóloga sanitaria y especialista en terapia familiar, y Laura López Calderón, psicóloga sanitaria y terapeuta familiar, se han centrado en la rama Targaryen y han analizado las personalidades de Daenerys Targaryen (Emilia Clarke) y Jon Nieve (Kit Harington) -que en realidad es Aegon Targaryen. Con la ayuda de estos psicólogos pretendemos entender cómo son cada uno de estos personajes y qué se esconde detrás de sus motivaciones.
"Juego de tronos va de cómo cada personaje sacrifica sus propios valores y su vida, a través de actos heroicos, por otro [persona] que hasta hace poco no le importaba nada pero necesitaba hacerlo". David Pulido define así la serie que ha surcado los mares y ha cautivado a espectadores de todo el mundo y que, para él, se centra en los sacrificios que cada personaje hace por los demás.
Daenerys: "El empoderamiento de una mujer"
Daenerys de la Tormenta, de la Casa Targaryen. Khaleesi de los dothraki. Reina de los Ándalos, Rhoynar y los Primeros Hombres. Señora de los Siete Reinos y Protectora del Reino. La Madre de Dragones. La que no arde. Rompedora de cadenas y liberadora de esclavos. Todos estos son los títulos que el personaje interpretado por Emilia Clarke posee y que no duda en proclamar a los cuatro vientos. Esto define su personalidad, según David Pulido. "La autoestima no se sube simplemente diciéndote mensajes positivos o con que los demás te halaguen. Es cada vez que consigues pequeñas metas. Las suyas son decisiones individuales que los demás le dicen que no haga, pero ella lo lucha y lo consigue. Son pequeños gestos como enfrentarse a Khal Drogo o cuando va a buscar sola a sus dragones en la segunda temporada. Cada decisión individual que deriva en un éxito la refuerza y esto se correlaciona con los títulos que va sumando cada vez. Esa seguridad se va acompañando de los méritos y éxitos".
El psicólogo clínico deja claro que Daenerys es una líder que quiere gobernar de verdad y lo hace partiendo desde sus propias vivencias. Una mujer que fue vendida por su hermano Viserys a un hombre-bestia como Khal Drogo. Poco a poco, consiguió imponerse e hizo frente a ambos. "El primer signo de Daenerys demostrando el personaje que va a ser es cuando le dice a Khal Drogo que le haga el amor de frente. Desde esa reafirmación es capaz de imponerse a su hermano y hacerle ver que él no es digno y ella sí [...] La transformación de Daenerys significa el empoderamiento de una mujer; de ser una sumisa esclava a alcanzar el poder. Un poder basado en su idea de igualdad y libertad, basado en su propia experiencia".
Para Laura López, la historia de este personaje tan rico comienza cuando se convierte en Khaleesi y empieza su relación con Khal Drogo. Pero no hay que olvidar, como bien apunta López, que, "aunque es una relación muy bonita, al principio es una relación de sometimiento".
En la misma línea que Pulido, Gil Jorge también considera que parte de la evolución de la Madre de Dragones se hace desde el punto de vista de la sexualidad. "La relación con Khal [Drogo] va cambiando sobre todo al principio, en la que es más una esclava sexual, que está por y para él, para satisfacerle. En un principio, el sexo es sumiso. Pero, a medida que adquiere un papel más activo, empieza a trasladarlo a su vínculo amoroso con él".
Pero no es su relación con Drogo el único desencadenante de la nueva forma de actuar y de ver la vida de Daenerys Targaryen. Lejos de perder la cabeza tras la muerte de su esposo y perder al bebé que esperaba, la hija del Rey Loco fija su vista en el horizonte al ver nacer a sus tres dragones. Sus tres hijos -Drogon, Viserion y Rhaegal. "Ellos juegan un papel fundamental en el crecimiento del personaje porque le devuelven la oportunidad de ser madre, que es algo que ella había perdido", explica López. En ese sentido, tiene el deber de criarlos, educarlos y enfrentarse a ellos como si de unos adolescentes se tratase. "No existe una diferencia entre Daenerys y sus tres dragones, Catelyn y los Stark o Cersei y los Lannister", matiza Pulido, al tiempo que añade que la muerte de Viserion va a ser vista como un sacrificio más en una causa más importante que ella misma.
A partir del nacimiento de sus tres dragones, [Daenerys Targaryen] se enfrenta a diferentes retos. Va creciendo a medida que es consciente de todo el poder que posee. Y pasa de estar absolutamente sometida a estar absolutamente empoderada [Laura López]
Poco a poco, Daenerys empieza a ser consciente del poder que tiene y lo ejerce cuando se impone a los dothraki y libera a sus esclavos. Una decisión que nos muestra a una Targaryen segura de sí misma, pero también muy concienciada con el pueblo "al ofrecerles la posibilidad de quedarse con ella o marcharse", apunta Gil Jorge. Un acto que, continúa, "es una maniobra de liderazgo muy inteligente" porque "no es lo mismo formar un ejército comprado que tener un ejército motivado que te considera una líder y que ha decidido quedarse contigo".
Por supuesto que la reina de la tormenta sueña con sentarse en el Trono de Hierro y poder gobernar sobre Poniente. Sin embargo, como cuenta López, "su idea de mandato es para imponer justicia, no para ejercer el poder y vivir bien. Su deseo es poder transformarlo en algo diferente".
Quiere tener un peso en la historia muy distinto al que tuvo su padre. Una forma, quizá, de devolver esa deuda que su familia tiene con Poniente [Laura López]
Y en ese proceso de "empoderamiento", la terapeuta familiar explica que Daenerys "ha aprendido a no confiar en todo el que le rodea a raíz de la traición de Jorah, en quien confiaba ciegamente. Esto le ha llevado a convertirse en una mejor estratega, a elegir mejor sus aliados y a desconfiar". Esto no quita que en ocasiones se deje guiar por su corazón y por sus sentimientos, como se puede ver en su relación con Tyrion. Para Laura López, una de las principales razones por las que decide nombrar Mano del Rey al pequeño de la Casa Lannister "es que tienen cosas en común, como su capacidad por empatizar con el pueblo y no centrarse sólo en sus propias necesidades". Esta capacidad de sentirse identificados con aquellos a los que gobiernan "les conecta mucho" y "hace que sean un buen equipo".
Daenerys tiene muy claro que su objetivo es sentarse en el Trono de Hierro. Pero, después de todo lo que ha vivido, de todo lo que ha sufrido, intenta no mostrarse vulnerable porque "ha descubierto que si la conocen demasiado pueden jugar con ella". Y es por esta razón por la que, como agrega López, intenta "protegerse manteniendo ese rol de autoridad" sin llegar a ser "tan paranoica como Cersei". En esta misma línea, Gil Jorge, que no la considera como un personaje frío, sí que subraya que en el mundo de Juego de Tronos "ser mujer también es un hándicap". "Debes parecer menos emocional", destaca.
Daenerys está disociada de sus emociones y no las muestra porque no le sale; porque no puede. Por ello, no se para en el pasado. Sólo mira hacia el futuro [Irene Gil Jorge]
Jon Nieve: "El héroe épico"
Vamos a pasar a otro de los miembros de la casa que un día lideró el Rey Loco. Nos referimos a Jon Nieve, que ahora sabemos que responde al nombre de Aegon Targaryen. Jon Nieve siempre ha vivido sabiendo que es un bastardo; que no es un puro Stark como lo son sus hermanos; que Catelyn no es su verdadera madre. Por ello, y a pesar del gran amor que siente hacia todos y cada uno de los miembros de su familia, no lo duda ni un segundo cuando ve la oportunidad de salir de Invernalia.
Para David Pulido, "el hecho de saber que no puede ser más de lo que es" le lleva a aceptar sin miramientos irse a la Guardia de la Noche porque ve "una salida muy digna". Y por ello, "Jon va a sufrir un viaje desde "Soy un bastardo y no merezco más de lo que tengo" a "Soy casi el mesías elegido".
Irene Gil Jorge opina a su vez que su decisión de salir de Invernalia y dejar a un lado a su famila para pasar a formar parte de la Guardia de la Noche tiene que ver con su deseo de "encontrarse a sí mismo, de encontrar su lugar en el mundo". Jon, sigue la psicóloga, "quiere encontrar un rol, una identidad que le permita ser quien es él sin sentirse juzgado, sin sentir que no pertenece a la familia y nunca se revelará ante ellos. Empatiza con Catelyn y que ella se sienta mal por su presencia en la familia".
Es una manera de crecer como persona, como luchador. Se sentía cohibido donde estaba. Y, al mismo tiempo, siente que tiene una deuda hacia su familia [Irene Gil Jorge]
A medida que avanza la historia, Pulido cree que Jon Nieve empieza a darse cuenta de que "si bien su vida no vale más que la de los demás, sí que puede cambiar las cosas. De hecho, piensa que para él "su vida cada vez vale menos y lo más importante es conseguir su meta". Por eso resume: "Está dispuesto siempre a sacrificarse para conseguir algo por los demás".
Es alguien que lo consigue prácticamente todo a través de su valentía, de sus decisiones personales. Y aunque tiene una evolución análoga a la de Daenerys, Jon es otro tipo de héroe. Es el héroe mártir, el héroe épico, el héroe del sacrificio, el héroe solitario [David Pulido]
Como señala Pulido, Jon podría definirse como "el personaje más bueno", hasta el punto de convertirse en "el paradigma del sacrificio constante por los otros", como se demuestra cada una de las veces que se arriesga por salvar a los que quiere. Esto le lleva a "pedir que nunca más vuelvan a resucitarle". Aunque, añade, no puede evitar pensar: "Si he vuelto a la vida, tengo que intentar cumplir esa misión. Pero no porque mi vida me pertenezca a mí. No porque yo me lo merezca".
Sobre esto, Laura López e Irene Gil Jorge tienen claro que Jon no sería un buen rey para Poniente, dado que es "demasiado honesto". Es tan manipulable, que el o la elegida para ser su Mano tendría demasiado poder. Y, al fin y al cabo, los Siete Reinos no son una democracia. Es por esto que todos los psicólogos consultados tienen claro que el descubrimiento de su verdadera identidad va a provocarle un profundo choque descolocándole y generándole mucha inseguridad. Pero, como indica Gil Jorge, "no se le va a subir el poder a la cabeza, sino que va a ser más desde la cautela y del "A ver qué hago ahora".
Las similitudes entre Tyrion y Jon se mantienen en cuanto a que las personalidades de ambos se han formado bajo la premisa de que nunca van a ser importantes. "Ya de por sí no parece muy cómodo con el ser el Rey en el Norte", desarrolla López. "Creo que busca 'desaparecer' y no tener tanto protagonismo. Va a ser incómodo encontrarse con eso. Decir que eso puede influir en su relación con Daenerys es aventurarnos mucho. Necesitamos más información sobre cómo evolucionan las tramas. No nos podemos olvidar de que esto es Juego de Tronos y puede suceder cualquier cosa".
Para terminar, hay que hablar de la influencia de los salvajes en Jon porque, según Pulido, "le enseñan el valor de libertad que luego él va a integrar en su construcción de identidad". Para el psicólogo clínico y guionista, no sólo es Jon el personaje más bueno, sino que también es alguien que comprende que es él tanto la pregunta como la respuesta de todo lo que sucede. "Poco a poco, va ganando seguridad, valentía, libertad... Y se da cuenta que su papel es tan importante como para volver de entre los muertos. Se reafirma en que tiene que seguir luchando y sacrificándose. El héroe por excelencia".
A esto se suma que todos los personajes, por muy mal que lo hayan pasado, recuperan una parte de sí mismos cuando regresan a su hogar. Por ejemplo, al reencontrarse en Invernalia, él y Sansa son conscientes de su pasado compartido. Los Stark, sean bastardos o no, no olvidan.
En la siguiente entrega de 'Juego de Tronos en el diván': 'Los Stark'