En los 12 años de vida y 9 temporadas de Pesadilla en la cocina son pocos los restaurantes que han sobrevivido a sus respectivas crisis a pesar de haber contado con la ayuda de Alberto Chicote y una buena remodelación de carta y local. Al fin y al cabo, en muchos de los casos los consejos del mediático cocinero llegaban cuando la situación económica era prácticamente insalvable o el negocio en cuestión tenía que hacer frente a otras adversidades, como una complicada localización, la falta de clientela o cualquier otro problema que surgiera en el futuro tras la marcha del chef. Por el contrario, por Pesadilla en la cocina también pasaron restaurantes para los que la visita de Chicote fue un supuso un empujón y que siguen funcionando a día de hoy.
En el caso de El Mosto Tejero, un restaurante de Jerez de la Frontera con el que comenzó la séptima temporada de Pesadilla en la Cocina, el negocio ya había fracasado y cerrado cuando La Sexta emitió el programa en octubre de 2019.
El restaurante de Viladecans que mejoró tras el paso de 'Pesadilla en la cocina', pero el dueño asegura que "no es gracias a Chicote"Regentado por Juan Tejero "Juanete", un dueño bastante particular dedicado a la agricultura y que no tenía mucha mano para regentar el negocio, al que describía como "una sesión de Almodóvar". Y es que, aunque a estas alturas del reality Alberto Chicote ya había visto de todo en su paso por varias decenas de restaurantes, en El Mosto Tejero le aguardaban sorpresas.
Tras una primera cata en la que el cocinero se daba cuenta de la baja calidad de la comida, Chicote alucinó al entrar en la cocina: una campana extractora con una regleta peligrosa que chorreaba grasa y una cocinera con muy mala leche a la que parecían temerle los empleados y que incluso llegó a tirarle unas croquetas a uno de ellos en cierto momento del programa. La tensión en el ambiente se podía cortar con un cuchillo: trabajadores quemados, contestones y poco eficaces, unos camareros que no se llevaban bien entre ellos y entre los que hubo agarrones e insultos y muy pocas ganas de ceder para que las cosas funcionasen bien. Al frente, un "Juanete" que pasaba de todo y solo quería estar de risas con sus amigos y que, ante las críticas y reproches de Chicote, se enfadó y se largó con su tractor.
Al final, como siempre pasa en Pesadilla en la Cocina, el dueño y el cocincero hicieron las paces, El Mosto Tejero se llevó su lavado de cara, y, a pesar de que la reapertura fue un desastre prácticamente desde el principio, las cosas quedaron en buenos términos.
Sin embargo, para cuando se emitió, a título póstumo, ya era una realidad que el local había cerrado, puesto que el programa, emitido en octubre de 2019, había sido rodado en marzo de 2018.
El restaurante de Alicante que fue el segundo de la historia de 'Pesadilla en la cocina' en cerrar: "No ha servido para nada"Tal y como comentó el propio dueño en una entrevista a El HuffPost publicada con motivo del estreno de la temporada, él no fue quien llamó al programa, sino que fueron ellos quienes se presentaron allí y a él le pareció buena idea. Sin embargo, tras el programa, a pesar de los cambios todo siguió igual: "El ambiente era el mismo, los mismos clientes. La gente decía quería los guisos típicos de la zona. Los fines de semana, que había más clientela, probaban los platos que diseñamos con Alberto y decían que todo era muy bonito, pero después ponían comentarios de que era una mierda, muy caro, los platos muy pequeños, etc".
Sobre la mala situación del restaurante, el dueño explicó que el restaurante solo abría de octubre a mayo y que resultaba insuficiente para mantenerse, pero que el Ayuntamiento no les concedía el permiso necesario para cambiar de licencia de bar a restaurante. Además, en ese momento Tejero estaba de baja y veía poco probable que el restaurante volviese a abrir: "No hay muchas posibilidades". Finalmente, sus pronósticos se cumplieron y el negocio no pudo salvarse, pero el dueño se quedó con un buen recuerdo: "La experiencia al final me gustó".