Si va a leer esta opinión para saber si tiene que ir a verla o no, no le va a servir de nada; porque mi vaticinio es que la va a amar mucho o la va a odiar a muerte. No hay término medio. Y creo que ese es uno de los puntos fuertes de esta película, que no te va a dejar indiferente. Empecé la proyección diciendo que me iba a encantar después de ver el genial homenaje a la película “2001: Una odisea del Espacio” (1968) de mi adorado Stanley Kubrick con el que empieza, pero, al final, no me terminó de encantar. Tiene ratos entretenidos, pero otros soporíferos y sales de la sala con la sensación de que le sobran muchas cosas. Eso sí, generará debates entre las personas con las que vayas a verla. Y esa es una de las funciones del cine, levantar conciencias. Esta película es ideal para eso.
El problema más grave que tiene es que el guion está tan deslavazado que cada uno que la ve entiende una cosa diferente. No puede ser que, viendo las mismas imágenes, unos digan que es una película feminazi y otros que es machista. A mí me gusto el mensaje, el que yo entendí, claro. El Mundo barbie en un mundo matriarcal los kens solo son floreros para uso y disfrute de las barbies. Hasta que llegan al mundo real y los chicos se dan cuenta de que ellos debería gobernar y vuelven a tomar el mando y crear un mundo machista. Creo que la directora Greta Gerwig quiso hacer una película y enfrentar el matriarcado contra el patriarcado y dejarlo en un empate. Según entendí yo, el mensaje final es que no es bueno ni lo uno ni lo otro y toda la película es un canto al igualismo de género. Lector, si usted no entiende eso al verla, le comprendo.
Me encantó la dirección de producción, bien recreado el mundo Barbie. Las interpretaciones salvan la película y el mal guion. Visualmente es diferente a cualquier película que hayamos visto y eso, como los fuegos artificiales o los espectáculos de drones, siempre gusta. Me gusta también que la fábrica de las Barbies, Mattel, sea capaz de ridiculizar a su mayor creación y la muñeca más famosa de la historia. Los tiempos cambian y ellos tienen que modernizarse. Implantaron unos cánones a las niñas que obsesionaron a muchas generaciones y, hoy en día, todo es más relativo en cuanto a los aspectos físicos de las personas. Hoy no hay que ser un rubio ario para triunfar en la vida.
“Barbie” puede ser la gran perdedora de la noche de los Oscars si no lo salvan los decorados y el vestuario. Bueno, eso sí, “I’m just Ken”, interpretada por Ryan Gosling le veo muchas posibilidades. No digan por ahí que yo les recomendé la película que a mí, me entretuvo, pero solo a ratos.