Esta novena temporada empezó con las secuelas del accidente de avión con que se cerró la octava temporada, lo que supondrá un punto de inflexión no solo para los médicos, si no para el propio hospital. Una comisión determina que el culpable del accidente es el hospital por contratar para sus viajes una compañía aérea que no ofrece las suficientes garantías y que ya había tenido accidentes en otras ocasiones. El pago de indemnizaciones millonarias a los supervivientes deja el hospital en quiebra y a Meredith, Derek, Cristina, Arizona y Callie, (por la parte de la herencia de Sloan que recibe su hija), poseedores de una importante cantidad de dinero.
El momentazo de la temporada se lo lleva Matthew, al protagonizar una flashmob en la puerta de urgencias para pedir matrimonio a April, en una escena tan divertida como inesperada, genial el comentario de Karev: “…por fin April ha encontrado alguien tan cursi como ella”.
Al final no todo salió tan mal como Meredith anunció, su bebé es un niño al que llamarán Bailey, en honor a la doctora que salvó su vida; lo más trágico, el doctor Webber tirado en el sótano del hospital y el resto son inciertas relaciones amorosas, la de Alex y Jo que comienza, la de Owen y Cristina que, de momento, se rompe, Arizona reprochando a Callie el tema de la pierna para justificar su infidelidad, April declarándose a Jackson (pobre Matthew, creo que algo sospecha) y unos meses de espera para conocer el desenlace. La propia Shonda Rhimes, creadora de la serie, anunció vía Twitter que Anatomía de Grey será renovada para una décima temporada, mucho me temo que será la última.