Cuando en 1984, hace ahora 40 años, un todavía inexperto James Cameron estrenó la que el considera como su ópera prima, nadie esperaba que Terminator fuese a convertirse en una de las películas más emblemáticas de los años 80. El cineasta, que acabaría convirtiéndose en el realizador de tres de las cuatro cintas más taquilleras de la historia, había tenido una extraña pesadilla durante el rodaje de una película en la que todo fueron malas experiencias y, sorprendentemente, aquello se convirtió en la génesis del proyecto que cambiaría su vida para siempre.
Protagonizada por un Arnold Schwarzenegger que aún no se había convertido en una estrella del cine de acción pero estaba en proceso de hacerse un hueco en la industria y por Linda Hamilton, Terminator planteaba un futuro postapocalíptico en el que las maquinas dominan el mundo. Con el objetivo de eliminar al líder de la Resistencia humana que todavía les planta cara, John Connor, Skynet envía un avanzado modelo cyborg desde 2029 al pasado para dar con la madre de John, Sarah, y eliminarla para que nunca pueda traerle al mundo.
La película tuvo un presupuesto de poco más de 6 millones de dólares después de que James Cameron vendiese a Gale Anne Hurd, productora de la cinta, los derechos por solo un dólar, algo de lo que se acabaría arrepintiendo con el tiempo. Finalmente, Terminator salió adelante de la mano de Hemdale Film Corporation con Orion como distribuidora y el rodaje comenzó el mismo año 1984, seis meses antes de su estreno, con una duración total de 10 semanas.
"Tenía que superar a Stallone": Arnold Schwarzenegger se tomó 'Terminator 2' como algo personal pero James Cameron le paró los piesNo es un secreto que, pese a las bajas expectativas que pesaban sobre ella, Terminator fue todo un éxito. El filme sirvió para consolidar la carrera de Arnold Schwarzennager y fue objeto de la unanimidad de la crítica -tiene un 100% en Rotten Tomatoes-. Así, cuando siete años después James Cameron estrenó la segunda parte, Terminator 2: El juicio final, la secuela debutó como la película de acción más esperada del momento.
La película, más querida por los fans incluso que la primera, se emitirá hoy en abierto en TDT. Toma nota: Be Mad emitirá Terminator 2: El juicio final hoy martes 5 de marzo de 2024 a las 22.20 horas.
Sería la primera de un buen puñado de secuelas que siguen aumentando la franquicia a día de hoy y tanto Cameron como Schwarzenagger tuvieron interés en hacerla desde el primer momento, pero hubo que esperar. Mientras Cameron se consagraba como uno de los directores de moda con películas como Aliens, el regreso o The Abyss, Schwarzenagger siguió consolidando su figura como héroe de acción. Así, cuando en 1991 Terminator 2 por fin fue una realidad, la expectación era máxima.
Si los 78 millones recaudados por la primera película se consideraron un éxito, la taquilla de Terminator 2 ascendió a 500 millones de dólares, lo que demostraba las ganas que tenía la gente de ver una secuela de la cinta de ciencia ficción.
En ella, Cameron apostó por cambiar de villano e introducir un nuevo androide mejorado, un T-1000 (Robert Patrick) que tiene la misma misión que en su día tuvo el modelo T-800: acabar con el líder de la Resistencia. Mientras el nuevo cyborg viaja desde el futuro para eliminar al hijo de Sara Connor, John Connor (Edward Fulong), el robot T-800 (Arnold Schwarzenegger) se pone ahora a las órdenes de la Resistencia para protegerle.
Una idea que en su día le voló un poco la cabeza a Schwarzenegger, pero que James Cameron tenía muy clara y que encantó a la audiencia. De hecho, Terminator 2 es, a menudo, incluso más querida por el público que la propia Terminator.
"Con la segunda parte de Terminator la espera fue especialmente dura", recordaba el crítico Xavi Sánchez Pons en su crítica de 4,5 estrellas para SensaCine. "La expectación provocada por un Cameron que llegaba en plena forma y con total libertad creativa tras Aliens: El regreso y Abyss, y el hecho de recuperar el personaje que convirtió en un icono pop a Arnold Schwarzenegger, justificaban los deseos de verla cuanto antes". Y no defraudó: "Terminator 2: El juicio final significó el encumbramiento definitivo de Cameron como innovador y pope del cine palomitero. Y no es para menos. Es una secuela modélica que superó en todas las facetas a su predecesora, poniendo en duda eso de que las segundas partes nunca fueron buenas.".