La famosa Barad-dûr, la Torre de Mordor de El Señor de los Anillos, está en peligro. De hecho, acaba de ser subastada por el mísero precio de una libra esterlina para garantizar su conservación. Y es que la verdadera atalaya en la que se inspiró J.R.R. Tolkien para diseñar el enorme ojo de fuego que todo lo ve, se encuentra en realidad en Birmingham y responde al nombre de Perrott’s Folly. ¿Te imaginas que acaba pasando lo mismo que en la película?
Todo apunta a que Perrott’s Folly, construida en 1758, fue la fortificación en la que J.R.R. Tokien se inspiró para una de las dos torres de la trilogía de El Señor de los Anillos. La otra, que seguro que también te suena, se trata de Insengard, para la que también se basó en la antigua Birmingham por su diseño circular. Perrott’s Folly también recibe el nombre de El Observatorio por sus casi 30 metros de altura y un grupo llamado Trident Reach tiene la intención de reunir 1 millón de libras para promocionar el turismo en la zona. "Queremos que sea una atracción abierta los siete días de la semana". Mientras, si echas de menos a Peter Jackson y sus criaturas, no te pierdas El Hobbit: La desolación de Smaug, segunda parte de la trilogía-precuela que se estrena en España el próximo 13 de diciembre.
El Señor de los Anillos: Las dos torres
Santiago Gimeno