El marketing no entiende de credos. Al menos, eso es lo que se desprende de la nueva campaña de El Hombre de Acero (Man of Steel) que Warner Bros. Pictures ha puesto en marcha para atraer al cine a la comunidad cristiana de Estados Unidos; una campaña, si bien, algo controvertida ya que en esta se compara a Superman con Jesucristo.
Según The Hollywood Reporter, en una información recogida por The Guardian, el estudio habría contratado a un especialista de marketing con el fin de animar a los pastores a usar el material de la película de Zack Snyder en sus sermones. Para ello, han puesto en marcha un site especial que incluye un panfleto de nueva páginas titulado Jesus-The Original Superhero (Jesús, el superhéroe original). "Los orígenes míticos de Superman se encuentran enraizados en una realidad atemporal de un superhéroe espiritual quien también vivió una vida modesta hasta que tiempos extraordinarios requirieron una respuesta sobrenatural", reza la nota del panfleto. Y sigue: "Jesús fue enviado por nuestro Padre para llevar nuestras cargas, corregir nuestros errores, para elevarse por encima de nuestras difíciles circumstancias [...] ¿De qué manera la historia de Superman podría despertar nuestra pasión por el gran héroe que vivió, murió y volvió a ponerse en pie? Consideremos cómo los humildes orígenes de Superman, su gran vocación y su sacrificio transformador, nos dirigen hacia Jesús, el superhéroe original."
De este modo, se anima a los clérigos a "educar y animar a la congregación" utilizando ese material. Aunque lo parece, no se trata de una extravagante estrategia de marketing: y es que pese a que no hay cifras totales, Hollywood ha visto cómo ha ido incrementándose el público de creencias cristianas en los últimos años. Pero, ¿todo vale para vender una película? Para el diseñador de los sermones de esta campaña de El hombre de acero, el profesor Craig Detweiler, es mejor asimilar los elementos de la cultura popular que resistirse a ellos. ¿Os imagináis ese tipo de campañas en nuestro país?
El Hombre de Acero
Paula Arantzazu Ruiz