El planeta del tesoro (2002)
De nuevo, Disney se inspira en una novela para crear su 42º clásico animado. En esta ocasión la elegida es la obra del mismo título de Robert Louis Stevenson, a quien se le hace un pequeño homenaje en el filme, ya que el nombre del barco, R.L.S. Legacy, son las siglas del autor. Pese al atractivo de la historia -la aventura se traslada al espacio-, fue la película que más pérdidas económicas causó a la compañía.