Ha quedado un poco eclipsado por Arnold, la serie documental sobre la famosa estrella de Hollywood Arnold Schwarzenegger, y por Baraja: La firma del asesino, sobre uno de los asesinos en serie más famosos de la historia reciente española, pero en junio se ha estrenado otro interesante documental en Netflix que ha puesto de acuerdo a todos aquellos que lo han visto hasta la fecha: una vez que empiezas no puedes parar. No obstante, apenas tiene dos horas de duración.
Estrenado el pasado 19 de junio en la plataforma de 'streaming', Cuiden a Maya es una de esas historias tan fascinantes como descorazonadoras que nos hacen plantearnos cómo es posible que sucedan y nos sorprenden con la noticia de que, por insólitos que parezcan, no son casos tan aislados.
¿Quién es Maya Kowalski? La odisea de la joven Maya Kowalski, una chica de ascendencia polaca residente en Florida, comenzó en el año 2015. Entonces tenía solo 9 años y le había sido diagnosticado SDRC (Síndrome de dolor regional complejo), una patología descrita por primera vez en los años 90 y caracterizada por provocar un gran dolor persistente acompañada de pérdidas de movilidad. Tras este primer diagnóstico, su doctor, Anthony Kirkpatrick, prescribió a Maya un tratamiento con Ketamina, una droga utilizada como anestésico que la ayudaba a controlar el dolor.
Pero aunque el tratamiento con Ketamina pareció ayudar a Maya a lidiar mejor con la enfermedad durante un tiempo, llegó un punto en el que dejó de hacer efecto. Las cosas irían a peor cuando sus padres, Jack y Beata Kowalski, la llevaron al Johns Hopkins All Children's Hospital de San Petersburgo, desesperados por encontrar un tratamiento que pudiese ayudarla a combatir una terrible crisis de dolor. Sin embargo, lo que se encontraron allí serían las sospechas de los médicos, que transmitieron sus peores temores al sistema de protección de la infancia y provocaron que los Kowalski, concretamente Beata, comenzasen a ser sospechosos de estar maltratando a su hija.
Lejos de buscar un tratamiento que ayudase a mejorar a Maya, el hospital ingresó a la niña durante varios meses y el Estado puso a la niña bajo su custodia, alejándola de sus padres más allá de los contactos telefónicos con su madre. A medida que Beata, enfermera de profesión, trataba de informarse sobre el tratamiento e insistía en la necesidad de medicar a Maya para ayudarla a combatir el dolor, las cosas no paraban de empeorar. Hasta que llegaron a su punto más trágico.
La historia real de Maya Kowalski sigue siendo una pesadilla para la familia a día de hoy, 8 años después de que la pequeña comenzase a sufrir dolor crónico. Aunque su estado de salud ha mejorado, un trágico suceso truncó cualquier posibilidad de recuperar la feliz vida de la familia, que, a día de hoy, sigue luchando por hacer justicia.
El juicio definitivo que determinará cómo queda el caso tendrá lugar el próximo mes de septiembre de 2023, aunque la batalla de la familia ha sido tan larga que temen que pueda seguir retrasándose. No obstante, las investigaciones siguen en marcha y el caso de los Kowalski ha servido para que salgan a la luz situaciones similares que invitan a hacer una reflexión sobre el funcionamiento del sistema.
Cuiden a Maya apenas dura dos horas y está disponible al completo en Netflix.