Benedict Cumberbatch, uno de los actores más queridos y futuro Doctor Extraño de Marvel, se encuentra en plena producción teatral de Hamlet en el Barbican Theatre de Londres. El actor, una vez terminada la función del sábado pasado, decidió salir a la calle para pedir a los fans dos cosas: que grabasen el discurso que iba a realizar para difundirlo por las redes sociales y que dejasen de grabarle durante su actuación.
El momento ocurrió el mismo día en el que la obra tuvo que detenerse y reanudarse dos veces por problemas técnicos. Un hecho que adquirió mayor dificultad cuando algunas personas estaban grabando la actuación desde el público. En resumidas cuentas, Cumberbatch afirma que ver luces rojas mientras está en el escenario le deja "mortificado” y que “no hay nada menos agradable para un actor que experimentar eso durante una actuación”.
“Tuvimos que volver a reanudar la obra en el ‘ser o no ser’, una parte muy difícil, y las cámaras que veía en el público desde el escenario lo hicieron más difícil”, explica Cumberbatch. Además, el actor ha confirmado que el teatro tomará medidas más estrictas a partir de la siguiente semana para evitar este tipo de problemas. “Quiere darle al público una actuación que recuerden en sus mentes y no en sus móviles", concluye.