La última vez que los espectadores vimos a Hulk en el Universo Cinematográfico de Marvel, en concreto desde el estreno de Vengadores: La era de Ultrón. En aquella película el personaje de Mark Ruffalo terminaba por desaparecer enfadado con todos y buscando encontrarse a sí mismo, buscando aprender a controlar de verdad a Hulk. Ahora vuelve en Thor: Ragnarok de una forma sorprendente.
Tal y como se vio en el tráiler, Hulk está preso en Sakaar como gladiador, una vida que no ha elegido y en la que se reecontrará con otro Vengador, el dios de Asgard. Se desconoce cómo ha terminado Bruce Banner en ese lugar, pero este fin de semana se está celebrando en la Queensland Art Gallery de Australia una exposición de Marvel con más de 500 objetos y piezas de los sets, incluyendo varias de la habitación de Hulk en Sakaar.
Estas fotografías muestran como el gladiador tiene una vida bastante acomodada en el país, una cama enorme hecha con 'huesos' y con todas las comodidades que puedas imaginar. Además sus terroríficas armas descansan a su lado para no perderlas de vista ni un momento. Esto sorprende porque parecen mostrar que Hulk no es un prisionero como Thor si no alguien alabado, alguien a quien veneran y al que no dudan en cuidar.
Thor: Ragnarok sigue la nueva amenaza que asola Asgard, una controlada por Hela quién ha robado el trono y apresado a Thor en el otro extremo de la galaxia, en Sakaar. Sin el Mjölnir, Thor tendrá que aprender a luchar como gladiador para lograr escapar y salvar a su pueblo, será en esa arena donde se reencontrará con su 'amigo del trabajo'.