Aunque muchos soñadores se resistan a denominarlo así, el cine es una industria como otra cualquiera -si bien, probablemente, la mejor de todas- y como tal lo importante en ella es la fabricación y venta de productos, ésta realizada en función al número de entradas vendidas. Para conseguir rentabilizar dicho producto, por lo tanto, sus responsables han de plantear una campaña de promoción que anime a la gente a ir a ver la película de turno. Cuanta más gente, mejor.
En general, estas campañas suelen constituirse de un par de tráilers a ser posible no demasiado reveladores -aunque esto no siempre se cumple- y las sucesivas entrevistas con quienes han intervenido en la obra, normalmente con el estreno ya cercano. Hay veces, sin embargo, que esta promoción va mucho más allá, y no sólo ha conseguido el éxito económico, sino también ser fantásticos modelos de negocio. Hoy, en SensaCine, te ofrecemos los casos más famosos y reveladores.
El Caballero Oscuro (Christopher Nolan, 2008)
La película que cambió para siempre el cine de superhéroes ya partía con posibilidades bastante considerables de convertirse en un 'hit', aun sin idea revolucionaria estructurando su campaña. Sin embargo, para Nolan y los suyos no era suficiente el anterior éxito entre crítica y público de Batman Begins, y desarrollaron una promoción que pretendía sobrepasar el universo del film. Ejemplo que ya habían seguido, y seguirían, muchas películas, como ya veremos.
Centrándonos en El Caballero Oscuro, mucho antes de su estreno se organizó una campaña ficticia para que Harvey Dent (Aaron Eckhart) ganara las elecciones, y se lanzaron varios números de algo llamado "Gotham Times". Desgraciadamente, la herramienta más potente fue una que nadie había pensado que utilizarían nunca: la muerte inesperada de Heath Ledger, que hizo crecer en el público la necesidad de verle como su último personaje, sobre todo si éste era el Joker.