En 2015 saltó la noticia de que Daniel Craig podría abandonar el rol de James Bond en las siguientes películas de la saga. Tras el rodaje de Spectre el actor realizó unas declaraciones en las que se mostraba cansado de interpretar al famoso espía británico, haciendo saltar así todas las alarmas posibles. Posteriormente se confirmó que esas palabras se produjeron tras varios meses inmerso en la producción de la cinta, lo que le obliga a tener un merecido descanso.
Craig está confirmado para la esperada Bond 25 que sí será su última aventura cinematográfica como el agente 007, y es que ahí se cerrará su arco argumental, y se dará paso a un nuevo protagonista, pero ¿volverá a ser un hombre blanco heterosexual británico?
Esta es una cuestión que importante para los fans del persona de la que nacen varias corrientes, concretamente 3: los que están a favor de mantener al personaje como ha sido históricamente, respetando así las novelas de Ian Fleming; los que creen que ha llegado el momento de cambiar, situando en el centro de la historia a una mujer o a una persona de otra raza; y los que consideran que hay que crear nuevos personajes femeninos con tanta repercusión e importancia como Bond.
La última idea es una de las mejores, y en realidad no se contrapone a las anteriores, y es que creando nuevos personajes fuertes como pueden ser Katniss Everdeen o Lara Croft se potencia el poder de la mujer. Se demuestra que las féminas también triunfan en el cine -que se lo digan a Wonder Woman- siempre que tengan buenas historias.
Respecto a las dos primeras, aquí es donde llega la controversia. El pasado año descubrimos que uno de los personajes de la cultura británica más importantes es Doctor Who. La serie de ciencia ficción más longeva de la historia siempre ha mantenido unas pautas narrativas en las que destaca que el protagonista es un hombre que viaja por el universo acompañando de una mujer, pero en 2017 esta idea cambió. Tras muchas peticiones, BBC decidió que el duodécimo Doctor Who sea una mujer, Jodie Whittaker.
Partiendo de esta base, y de que tanto Doctor Who como James Bond son dos personajes claves en la cultura de Reino Unido, si ya se han atrevido a dar el paso en la televisión, ¿por qué no también darlo en la gran pantalla? Y no se trata solo de crear un agente 007 femenino, si no de dar la oportunidad a que personas de otra raza tengan un rol similar, si no el mismo.
Estamos en 2018, es el momento de romper con lo establecido sin por ello faltarle al respeto al autor de las novelas -quién nació en 1908 y falleció en 1964, una época en la que las libertades de la mujer y la igualdad con el hombre brillaban por su ausencia-. Actualizar sus historias y permitir que evolucionen no es malo, es necesario.