La saga Star Wars está compuesta, hasta la fecha, por diez películas que abarcan desde 1977 a la actualidad. Las tres cintas originales son las que reciben la mayoría de elogios, mientras que el resto quedan en un segundo plano. De esta tendencia las mayores perjudicadas son las precuelas, es decir, los Episodios 'I', 'II' y 'III', que durante años han sido -y siguen siendo- objeto de burlas y críticas por parte de los fans.
Por este motivo, en SensaCine hemos querido destacar lo mejor de esta trilogía que tanta riqueza aporta al universo Star Wars, no sólo por contar los orígenes de Darth Vader, sino por todos los nuevos personajes que nos presenta. ¿Crees que las precuelas no tienen nada de valor? Descubre si estás equivocado -o no- a continuación con los 10 motivos por los que estas películas no deberían ser tan criticadas.
SUS VILLANOS
Aunque Darth Vader manda como villano principal de la saga -y aquí vemos cómo llegó a ser quien es- a lo largo de la trilogía de precuelas aparecen otros malvados que son dignos de mención. El primero de ellos es Darth Maul (Ray Park) quien, a pesar de tener pocos minutos de pantalla en La amenaza fantasma, se convierte en lo mejor de la película. En segundo lugar tenemos al Conde Dooku, interpretado por el siempre acertado Christopher Lee, pupilo de Darth Sidious que demuestra que sabe defenderse a la perfección con la espada láser a pesar de la edad. Por último, el General Grievous aporta la espectacularidad de blandir cuatro sables al mismo tiempo, aunque eso no le convierte en mejor guerrero. Tanto Dooku como Grievous están más desarrollados en la serie de animación The Clone Wars, de la que hablaremos más adelante.
Además, no podemos olvidarnos del verdadero villano de Star Wars, el Emperador, también conocido como Darth Sidious o canciller Palpatine. Si no fuera por las precuelas, nunca sabríamos cómo fue moviendo los hilos poco a poco, sin hacer mucho ruido, y manipulando a diestro y siniestro para hacerse con el control de la República, que después se convertiría en el Imperio.
LA ORDEN JEDI
Si hay algo que se echa en falta en las películas originales eso son más Jedis, algo que satisface con creces las precuelas. Desde el primer momento se nos enseña cómo funciona la Orden Jedi presidida por el Maestro Yoda, qué lugar ocupan en el sistema galáctico y, lo más importante, como se produjo su destrucción. Si bien en ocasiones los actos y creencias de los Jedis son de moralidad dudosa, todos se presentan como un ente a respetar que significa un ejemplo a seguir y en el que el Gobierno puede confiar para solucionar sus conflictos políticos.
Por tanto, cuando Palpatine va a instaurar el Imperio, su primera decisión es ejecutar la Orden 66 que elimine a todos los Jedi sin excepción, para así no tener a nadie que interfiera con sus planes. Esta masacre es otro de los puntos álgidos, en cuanto a emoción se refiere, de La venganza de los Sith, pues los Jedis vieron cómo aquellos con los que lucharon codo con codo, los clones, se volvían en su contra. Tras este ataque tuvimos que decir adiós a Aayla Secura, a Plo Koon, a Ki-Adi-Mundi… y en general a todos menos a Obi-Wan y Yoda que consiguieron escapar -y a Kanan Jarrus si tenemos en cuenta Star Wars Rebels-. Además, es imposible olvidar el sable láser morado de Mace Windu (Samuel L. Jackson).
'THE CLONE WARS'
De no ser por la trilogía de precuelas, jamás hubiésemos tenido la serie animada The Clone Wars, ubicada entre los Episodios 'II' y 'III' y que expandió considerablemente el universo Star Wars, dotándolo de nuevos personajes y aventuras. Destacan en la serie personajes como la padawan de Anakin, Ahsoka Tano, o los malvados Asajj Ventress y Savage Opress, quienes podrían haber formado parte de las películas perfectamente. También presenciamos el regreso triunfal de Darth Maul, quien fue partido en dos en La amenaza fantasma.
Además, la serie nos da la oportunidad de conocer más en profundidad al trío formado por Anakin, Obi-Wan y Padmé, cuyas personalidades, motivaciones e inquietudes quedan más claras que en las películas. A lo largo de los capítulos también se nos ofrece una idea más concreta de en qué consiste el plan de Palpatine para hacerse con el poder, siempre utilizando al Conde Dooku y al General Grievous, los verdaderos villanos de la serie.
LAS BATALLAS
Los enfrentamientos con espadas láser de las precuelas son otra cuestión unánime entre los fans de la saga. Uno de los momentos más destacados es ver a Yoda empuñando un sable, tanto contra el Conde Dooku, como contra Darth Sidious, siendo este segundo duelo el más memorable. El duelo doble del Maestro Qui-Gon Jinn y Obi-Wan contra Darth Maul es uno de los momentos estelares del Episodio I, sobre todo porque vemos por primera vez un sable láser doble, el de Darth Maul.
Sin duda, el mejor duelo de las precuelas, y quizás de la saga al completo, es el protagonizado por Anakin Skywalker (Hayden Christensen) y Obi-Wan Kenobi (Ewan McGregor) en La venganza de los Sith. El hecho de que fueran, no sólo maestro y aprendiz, sino también amigos, la tensión del momento y frases como "eras mi hermano" hacen que esta batalla se convierta en el momento más espectacular de la trilogía, además del más emotivo.
EL VESTUARIO DE PADMÉ AMIDALA
A lo largo de las tres películas son muchos los trajes espectaculares que ha lucido Padmé Amidala. Su vestuario siempre se ha caracterizado por ser muy llamativo y elegante para demostrar los aires de grandeza que le corresponden por pertenecer a la realeza. Además, destaca que prácticamente cambia de vestido en cada escena, y puede llevar tanto algo cómodo y listo para la batalla, como el mono blanco de Geonosis, como algo que infunda respeto y poder, como el rojo que vemos en La amenaza fantasma. Puede que Trisha Biggar no se llevara una nominación al Oscar por Mejor Diseño de Vestuario, pero a nadie le hubiera extrañado.
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