El viernes 15 de febrero llega a las salas de cine la adaptación de del famoso manga de Yukito Kishiro, Alita: Ángel de combate. Robert Rodriguez (Sin City, Spy Kids) es el encargado de trasladar esta historia a la gran pantalla tomando el relevo así a James Cameron quien está muy ocupado realizando las secuelas de Avatar.
"La película busca entender quién es ella [Alita], por qué tiene esas aptitudes de combate tan bestias", asegura Alejandro G. Calvo, al tiempo que explica que lo mejor de la misma "pasa por todo el diseño de producción ultrafantástico". "La he visto en 3D, la verdad que el 3D no lo soporto pero es como un acabado muy fino para ver imágenes muy potentes sci-fi. Es un diseño que evoca lo mejor de las inteligencias artificiales del cine, siempre llevado a un espíritu lúdico y muy teen".
La parte mala en su opinión es precisamente ese terreno adolescente en el que los actores protagonistas no destacan precisamente por su interpretación. "Todo lo que envuelve a los villanos sí que funciona bastante bien, porque digamos que la parte dramática funciona mejor que la parte cómica o lúdica. [...] La película es aburrida mientras los personajes hablan y se conocen, pero entonces llegan los cazarrecompensas y ahí ya ha ganado mi interés. Eso sí está completamente alejada de lo que vendría a ser Planet Terror o Abierto hasta el amanecer".