Pesadilla en la cocina estrenó su novena temporada el pasado 3 de septiembre. Tras visitar el Nicasso, un restaurante de Barcelona que era un desastre" y ahora tiene una puntuación casi perfecta, y La Taberna Danka!, Alberto Chicote y compañía viajan esta noche hasta Alboraia (Valencia) para conocer La Terracita, un gastrobar con parque infantil. Los tres negocios al borde de la quiebra con situaciones muy peculiares que generan siempre la misma duda en el espectador: ¿Qué hay de verdad en el programa de laSexta?
En los 12 años que lleva en emisión, Pesadilla en la cocina ha recibido una gran cantidad de críticas por parte de los propietarios que participan en el programa. Lo raro es encontrar declaraciones de dueños que hablen bien de Chicote y compañía, como el caso de La Taberna Danka! que calificó de una "experiencia muy buena" su paso por el formato. Se creó una Asociación de Afectados e incluso se llegó a acusar el programa de manipular y guionizar la mayoría de situaciones.
Sin embargo, el famoso chef desmintió estas acusaciones y defendió la veracidad de Pesadilla en la cocina en una entrevista concedida a El Confidencial el pasado mes de febrero -mes en el que estrenó Batalla de restaurantes-. "Es casi como lo ves", afirmó al citado medio a la vez que aseguró que "en el momento que estás en plena grabación, todo va tal y como es". De hecho, reto a aquellos que le acusan de tener un guion.
Me encantaría que los que dicen que es un guion, que le lo enseñase, porque ni siquiera yo tengo un guion
No obstante, Chicote reconoció que tenían "una escaleta de trabajo, evidentemente, para llevar un orden" y afirmó que "no soy actor, soy cocinero y hago televisión". "Si fuese actor sería capaz de seguir un guion, pero no sé hacer eso y cualquiera de los que participa en el programa, tampoco. Si esto fuese así, Pesadilla en la cocina sería la mayor agencia de actores de este país, porque todos lo hacen de maravilla. No hay ni uno que le notes algo. Todo es natural", comentó al citado medio el cocinero.
Chicote explicó en dicha entrevista que las declaraciones de los dueños que aseguran que Pesadilla en la cocina es grabado es porque se arrepiente de cómo se comportaron. "Nos ponemos a grabar y haces y cuentas lo que quieres, y en ese momento te parece muy bien, porque crees que en ese momento es lo más adecuado y lo que te ha llevado a lo que sea. Pero, luego, sale el programa, y cuando sale el programa, el de la panadería de al lado puede decirte que cómo dices esto o cómo no se qué o cómo no se cual. Y entonces, llega un momento que te ves ahí y dices: '¡Y ahora, qué!' Pues muy fácil: 'me obligaron'", afirmó.
"La mayoría dice que me obligaron, pero, ¿cómo te obligaron? ¿Qué tipo de arma o amenaza utilizamos para obligarte a decir no se qué? Si por contrato pusiese en algún sitio que tienen que decir lo que nosotros le digamos, pues que lo enseñen, pero saben que no es así", señaló Chicote, a la vez que destacó que "hay un mensaje en la televisión que ha calado terriblemente desde hace muchos años, y es que en la tele todo es mentira".
Un mensaje que Chicote entiende, pero que no es real para Pesadilla en la cocina a pesar de las situaciones tan peculiares que se dan. "Muchas veces, estoy grabando Pesadilla y veo lo que está ocurriendo a mi alrededor, y digo: entiendo que me digan que no puede ser, porque yo estoy aquí y me está costando o verlo", sentenció.
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