Gran Hermano en su versión de anónimos regresó a Telecinco 7 años después su anterior edición. Gran parte de esta ausencia en la pequeña pantalla estuvo motivada por uno de los escandalosos más polémicos de la historia del 'reality'. Y es que la edición de GH Revolution estuvo marcada por el caso Carlota Prado que llegó hasta los tribunales.
Carlota fue víctima de abuso sexual por José María López Pérez, otro concursante, mientras las cámaras seguían grabando. Además, la organización no colaboró con la víctima, que no recordaba nada de lo sucedido porque estaba ebria, y le pidió que guardara silencio. Una forma de tratar el suceso que no gustó a la audiencia y fue llevado a los juzgados. El participante fue condenado a 15 meses de prisión por utilizar a su compañera "como un objeto para satisfacer a modo de juguete sexual, sin que haya la menor sombra de consentimiento".
La organización de GH no quiere que vuelva a suceder algo similar por lo que ha puesto en marcha una medida. Los concursantes deben realizar un gesto antes de hacer edredoning: el pulgar arriba y ante la cámara. De esta forma, ambos participantes dan su consentimiento táctico a lo que va a ocurrir bajo las sábanas. De hecho, si no lo han realizado, el Super les recuerda que deben hacerlo.
Este gesto ya lo hemos visto realizar a los cuatro concursantes que han mantenido relaciones sexuales en esta edición. Aunque son dos parejas que entraron al concurso como tal, Vanesa, Javier, Luis y Nerea han tenido que levantar el pulgar hacia arriba antes de dar rienda suelta a su pasión. Algo que se lleva realizando en otras versiones de GH de otros países, como es el caso del de Argentina.
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