Pocas cosas hay más fascinantes en el cine que ver cómo pasa el tiempo. Y si Richard Linklater lo ha practicado en trabajos como la trilogía Antes de… o Boyhood, en nuestro país tenemos en cartelera el nuevo largometraje de David Trueba, Casi 40, que además supone el reencuentro del cineasta con Lucía Jiménez y Fernando Ramallo, los protagonistas de su debut La buena vida.
De hecho, no son pocas las resonancias de Casi 40 con aquella película, porque la cinta actual de Trueba, que tras presentarse en el Festival de Málaga y Cinema Jove se estrenó el pasado viernes en las salas españolas con muy buena acogida, nos habla de un efímero amor de juventud que se reencuentra más de 20 años después: ella es una cantante de éxito que ya casi está de retirada de los escenarios, mientras que él trabaja vendiendo cosméticos y, a raíz del encuentro, se empeña en relanzar la carrera de su antiguo amor de juventud. “Reunirlos para rodar Casi 40 fue por tanto un reencuentro que funcionaba casi como una trama paralela a la trama real de la película”, ha dicho Trueba en una entrevista realizada para Avalon
El director de Soldados de Salamina, no obstante, insiste en que la cinta no es una secuela, sino una road movie empapada de canciones y un humor particular, algo que, por otra parte, la vincula con la que quizá es su película más exitosa, Vivir es fácil con los ojos cerrados.