Enola Holmes, la película de Harry Bradbeer (Killing Eve, Fleabag) basada en la saga literaria de Nancy Springer, permanece como una de las opciones favoritas de los usuarios de Netflix desde su estreno en la plataforma de 'streaming' el pasado 23 de septiembre. En ella, la actriz Millie Bobby Brown, protagonista de la serie Stranger Things, ejerce de maestra de ceremonias como la joven Enola, la hermana pequeña de Sherlock (Henry Cavill, The Witcher) y Mycroft Holmes (Sam Claflin, Los juegos del hambre). Todavía no sabemos si habrá segunda parte, pero quizá no te has dado cuenta de que en esta primera entrega, al final, salen unas flores que esconden un importante significado. Si la has visto ya, sigue leyendo. Si no, piénsatelo dos veces antes de continuar porque las siguientes líneas incluyen 'spoilers'.
Al comienzo del filme, cuando su madre Eudoria (Helena Bonham Carter) desaparece sin dejar rastro, Enola (Millie Bobby Brown), siguiendo las pistas que esta ha dejado, averigua que "obsequiar crisantemos es símbolo de vínculo familiar y, por lógica, de afecto". Por eso tiene mucho sentido que, antes del fundido a negro, cuando la heroína regresa a su nuevo hogar una vez resuelto el caso de quién estaba intentando matar a Tewkesbury (Louis Partridge), veamos en su habitación un jarrón con crisantemos.
El lenguaje de las flores en 'Enola Holmes'
En la última escena, Enola -que ha burlado a sus hermanos Mycroft (Sam Claflin) y Sherlock (Henry Cavill)- y Eudoria se reencuentran por fin y esta última, como indica IMDb, lleva un elegante corpiño que parece tener un bordado de pensamientos de color amarillo/dorado -cuando la vemos por primera vez, el jarrón con crisantemos queda a su derecha. "Una estancia sorprendentemente bonita", afirma. "Me gustan los detalles", dice después señalando las flores. En el lenguaje de estas, los pensamientos simbolizan el amor y la nostalgia que se sienten por alguien que ya no está cerca y también la soledad y la lejanía en la que se encuentra un amigo, un familiar o un ser amado -en este caso, la separación forzosa de madre e hija para salvar el país de una catástrofe. Son por otro lado las flores del recuerdo, que aquí es una constante incluso cuando, al final del metraje, Enola alcanza la independencia que le inculcaba siempre su madre. "Tenía que luchar", explica la mayor de los Holmes a su benjamina. "Hay que hacer ruido para que te escuchen. Qué curioso. Pensaba... que era yo la que iba a cambiar el mundo. La reforma... ¿Es cierto lo que hiciste? Te has hecho toda una mujer".
A su vez, los crisantemos del jarrón, en amarillo y blanco, significan alegría, perfección y eternidad y aluden a aquello que nos mantiene alerta y que nos produce satisfacción -el deseo de Enola de que su madre lea sus 'iris' y de que ambas vuelvan a verse. Nada está hecho al azar en esta escena, que, al fin y al cabo, habla de las dos Holmes, de su relación, de sus actitudes y de su evolución -fíjate bien porque la butaca que ves al lado de la cama e incluso las paredes también están ornamentadas con flores.
A la espera de que Netflix dé luz verde a una secuela, que Millie Bobby Brown ha dicho que es posible, puedes leer la saga de novelas de Nancy Springer. Esta está compuesta por los libros El caso del marqués desaparecido, El caso de la dama zurda, El caso de los extraños ramos de flores, El caso del abanico rosa, El caso del pictograma y The Case Of The Gypsy Goodbye. Arriba, el tráiler de Enola Holmes.